Me parece excesivo el
reconocimiento que está obteniendo En la orilla, de Rafael Chirbes,
libro que ha encabezado varias clasificaciones sobre la mejor novela
española del último o de los últimos años y que está logrando
numerosos premios oficiales.
A mí me ha costado
mucho trabajo leerlo y he amagado con dejarlo varias veces. Es cierto
que está escrito con pulcritud las más de las veces e incluso con
brillantez en no pocas ocasiones, pero el estilo de Chirbes -no nos
engañemos- no es lo suficientemente poderoso como para compensar la
sordidez de los ambientes, las nada escasas reiteraciones, unos personajes que sólo despiertan
indiferencia y la ausencia de intriga en un discurso cuya única
técnica es el monólogo interior.
El 30 de mayo de 2014,
El Mundo publicó una relación con las veinticinco mejores novelas
españolas de los veinticinco últimos años. Ni Eduardo Mendoza ni
Antonio Muñoz Molina ni Javier Marías ni Fernando Aramburu lograron que figurara más de
una novela suya en esa lista; Rafael Chirbes es el único autor que consiguió que tres de sus novelas se situaran en esa relación y
nada menos que en los puestos primero (En la orilla), tercero
(Crematorio) y octavo (La larga marcha). Aunque fueron otros los
críticos que hicieron la selección, Ángel Vivas redactó el
artículo con los comentarios relativos a cada una de las novelas elegidas; refiriéndose a la última de estas tres novelas, Vivas (de quien recuerdo excelentes artículos suyos en la revista de MUFACE) hace referencia
a la "falta de complacencia" habitual en Chirbes. Probablemente, Ángel Vivas
quiso decir que la obra de Chirbes huye de todo recurso fácil
(intriga policiaca, maniqueísmo, etc. ) pero no, hizo referencia a
la “falta de complacencia”.
Hace mucho tiempo que
no he leído ninguna definición de literatura, pero todos los años
releo la excelente definición de música que dio Jean-Jacques Rousseau: “el
arte de combinar sonidos de una manera agradable al oído”.
Parafraseándola, podríamos decir que la literatura es el arte de
combinar palabras de manera que resulte igualmente agradable al
lector, pero parece que Ángel Vivas, para alabar a Chirbes, valora
precisamente lo contrario: que la literatura no complazca a quien la
lee.
No me extraña que, si
tanto hemos cambiado desde Rousseau acá, las novelas de Chirbes se
sitúen en cabeza de todas las clasificaciones habidas y por haber
sobre las mejores novelas del universo mundo.
1 comentario:
Pues, como digo, no he léido nada de Chirbes, y si le dan tanto pàbulo a sus novelas, quizá sea que tienen calidad, quizá no.
No entiendo, igual que Jose, que no aparezca más Muñoz Molina, cuya novela sobre la guerra civil, "la noche de los tiempos", me parece la definitiva sobre el tema. El escritor español que prefiero es, con diferencia, Vila-Matas, aunque creo que tiene ya el suficiente crédito de la crítica, no sólo la española, y de público.
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