viernes, 15 de agosto de 2008

La Noche Cromática desaparece (por desgracia)


La noticia se ha confirmado: Jacobo Durán-Loriga (que comparte la dirección y la presentación de La Noche Cromática con María Santacecilia) ha dicho durante la emisión de su propio programa que éste dejará de emitirse a primeros de septiembre.

Quien quiera firmar una carta de protesta contra la supresión de este programa para enviarla a un periódico de difusión nacional, que me envíe un correo electrónico a rinconpocho@yahoo.es. Os responderé con el texto de la carta para que, si os parece bien, lo firméis.

Un saludo.

21 comentarios:

ANTONIO SEBASTIÁN dijo...

Muy bien, por lo menos que quede constancia. No hace falta retórica, pero si contundencia.

Abrazos

Antonio

Anónimo dijo...

¿Y qué tiene de malo la retórica?

¿Y qué de enfrentada a la contundencia?

Jose Antonio Delgado Molina dijo...

No podemos permitir que un caprichoso nos prive de La Noche Cromática para poner su ridículo programa de canciones.

Cuando me enteré de quién iba a ser el nuevo director de Radio Clásica me llevé las manos a la cabeza. Me temo que nos espera una oscura etapa de una radio convertida en hilo musical donde las comedias musicales tomarán el protagonismo.

García del Busto ya se fue, José Iges se jubila en diciembre, echan a Jacobo y María (no los jubilan, que no tienen edad para ello, sino que los echan)... ¿Qué nos queda? Espero que por lo menos nos duren mucho tiempo Ana Vega y Pérez de Arteaga.

Estamos asistiendo al desmantelamiento de nuestra radio y no lo podemos consentir.

José del Rincón dijo...

Gracias a todos por vuestros comentarios. Por cierto, estoy de acuerdo con vosotros en todo, respecto a que lo aprecio lo que ha hecho hasta ahora Palacios. Evidentemente, en absoluto cómo está gestionando Radio Clásica y lo que quiere hacer con ella. Pero sí sus conciertos didácticos, artículos y cuentos musicales. Y cuando lo hicieron director yo, ingenuo de mí, me alegré creyendo que lo iba a hacer muy bien.

Abrazos a todos.

ANTONIO SEBASTIÁN dijo...

Yo no tengo nada en contra de los programas hechos por PALACIOS. Los escucho con agrado, eso si, durante una hora. Pero realmente siento un poco de terror, la idea de tener veinticuatro horas de ese tipo de programas. Sin duda prefiero LA NOCHE CROMÁTICA a los programas de PALACIO, pero para los niños, son mejores los de PALACIOS. Los niños con dificultad aguantan más de una hora de escucha. PAra mi, es mucho más enriquecedor y gratificante LA NOCHE CROMÁTICA. Es lo más parecido a lo que yo pienso que es un programa ideal.
Por otra parte, yo también espero que sigan en sus puestos, ANA VEGA TOSCANO y JOSÉ LUIS PÉREZ de ARTEAGA.
No tengo nada contra PALACIOS, a fin de cuenta es un señor que yo no conozco de nada. Pero si estoy en contra de esta decisión concreta suya, de eliminar LA NOCHE CROMÁTICA

ANTONIO SEBASTIÁN dijo...

Bueno, JESÚS, tal vez estoy equivocado al enfrentarlas, y tendría que heber escrito RETÓRICA CONTUNDENTE. Pero siempre he sentido, que la retórica y la contundencia son cosas que no encajan no muy bien

paseante dijo...

En cuanto a "La noche cromática" no diré gran cosa. Dejé de escucharlo porque no me interesaba nada del programa, ni las entrevistas ni los comentarios, ni la selección mal troceada entre entrevista y comentario. Yo prefería "Los colores de la noche" que estaba antes de "La Noche Cromática". No creo en los magazines en Radio 2, prefiero otros programas como un ciclo de canto litúrgico bizantino o una buena biografía, con mucha música, de Messaien o de Haendel o de otro músico y otro tipo de programas que ha habido hasta ahora en Radio 2. La unificación bajo las ideas musicales Fernando Palacios es algo muy preocupante como lo es la unificación de toda la programación bajo una sola persona. Tiene que haber variedad y no sólo la variedad que le gusta a Fernando Palacios.

Yo voy a protestar de la Nueva Progamación enviando un correo. En mi opinión han ocurrido dos cosas muy graves. Lo primero es que ha salido Fernando Argenta, que nunca debería haber entrado en Radio 2, pero ha quedado el fernandoargentismo como forma general de la programación. Es decir, programas rellenos de técnica periodística: entrevistas innecesarias, narraciones aleatorias, presentación dialogada chico-chica, concursos, llamadas de oyentes, salpicón musical. El objetivo de Fernando Argenta era muy sencillo: construir la figura mediática, económica y cultural de Fernando Argenta. Y lo consiguió con la excusa de la defensa de la música clásica. Pero Ferando Argenta sólo pretendía echarle morro y ser famoso. Fernando Palacios pretende que nos traguemos la música según Fernado Palacios. Su excusa viene a ser la misma que la de Fernando Argenta: hay que ser más amenos, más dinámicos y más cualquier cosa para que la gente no se asuste y se aficione a la música clásica. El problema es que su visión de la música se resume en una palabra: picoteo. Su programa "Las cosas de Palacio", lo dejabas de oír sin enterarte porque terminaba siendo insulso, todo se confundía al oído. Las inteligentes explicaciones de Fernando Palacios se suelen centrar en uno o dos detalles que sólo le gustan a él y a sus amigos y, básicamente, vienen a demostrar lo listísimo que es Fernando Palacios para quien le guste Fernando Palacios y crea que a base de olvidarse de lo que oye está luchando contra una concepción arcaica de la música que nunca oye. Lo de Fernado Palacios se parece a una clase donde el profesor pasa por ser muy brillante pero la gente pone cara de asistencia y se desconecta de lo que oyen


Ahora no comento los nuevos programas, sólo cito el que me parece más fernandopalacista: "Audiovisión", en primer lugar está basado en uno de estos mantras de la cultura progre española: ver las cosas con los oídos. No sabes si es una frase que pretende un lema de propaganda comercial o se lo toman en serio como una especie de supermetáfora o qué. El programa parece hecho a partir de la búsqueda en una base de datos musicológica en torno a un tema. Se mete el tema y sale un chorizo de datos en la pantalla, se escoge lo que salga de acá y de allá, se hace una cosa ridícula y tópica a la que llaman "guión de radio" y entre chicho y chica lo graban. Hora y media de pretensiones temáticas sin el menor sentido ni perspectiva cultural ni musical ni nada. Fernando Palacios hacía una cosa parecida pero sostenida, entre bromitas pijas y apuntes semitécnicos, por su personal ideología musical: el picoteo. Lo de "Audiovisión" se derrumba entre tópicos y termina siendo un pegote que, a lo mejor, tiene cinco minutos buenos. Es una especie de picoteo organizado en media hora. Y eso se ha trasladado a toda la programación que ha caído en manos de Fernando Palacios.

Yo veo "La Noche Cromática" como un espacio intermedio de tipo informativo, donde la información y el periodismo se comen a la música pero la gente está feliz porque la "informan", ¿de qué?, de información, ¡cómo si no tuviéramos suficiente!. Es como si necesitasen datos para hablar al día siguiente en el bar igual que los futboleros. Pero no tienen nada musical y no se dan cuenta. Era un espacio intermedio entre la pachanga que hacía Fernando Argenta y lo que pretenden hacer los diversos programas chico-chica que Fernando Palacios ha metido en la Nueva Programación para uso diario. Dicen que eso trae Audiencia, no sé. Yo llevo treinta años oyendo Radio 2 cada día y, espero, podría tener otros treinta años por delante. Tendré que buscarme otra cosa porque lo que gustaba de esa emisora ya no suena. Quiero decir que empieza a sonar igual que las otras emisoras.

ANTONIO SEBASTIÁN dijo...

Mi querido PASEANTE:
Reconozco que yo no lo podría haberlo escrito, ni expresado mejor.
Sigo siendo un firme defensor de LA NOCHE CROMÁTICA, ya extinta.
TAmbién he enviado mi correo electrónico de protesta, cuyo contenido, coincide con el fondo de tu comentario, aquí dejado.
Me siento acompañado. Y eso es una buena sensación.
GRACIAS
ANTONIO

José del Rincón dijo...

Antonio: gracias, una vez más, por tu comentario.
Paseante: no estoy de acuerdo con tus apreciaciones sobre 'La noche cromática'(a mí me parecía un programa excelente), pero sí estoy de acuerdo con otras cosas que dices en tu comentario. Comentario, por otra parte, que me parece inteligentísimo.
Saludos a todos.

Jose Antonio Delgado Molina dijo...

Hoy Fernando Palacios ha publicado el siguiente artículo en La Vanguardia:

http://www.lavanguardia.es/lv24h2007/20081015/53559781051.html

En la carta publicada ayer (14/ X/ 2008) titulada "Radio Clásica" se vierten una serie de inexactitudes que creo necesario aclarar:

Seguir leyendo noticia

1) En todos los cambios de programación que se producen en RNE hay espacios que aparecen y que desaparecen, programas que cambian de horario y de duración. La noche cromática emergió hace cuatro años, y este verano desapareció. Eso es algo absolutamente normal. Hasta la fecha nunca habíamos tenido en nuestra emisora una campaña de intoxicación como la actual por la desaparición de un programa.

2) Es falso que la nueva programación de Radio Clásica se haya convertido en una inmensa tertulia. Se habla lo mismo que antes, sólo que de otra manera (pensamos que mejor). Hay más programas en directo y elaborados. La única tertulia que tenemos en estos momentos se emite los sábados, de 15.00 a 16.30 horas, con un resultado excelente y una respuesta de los oyentes muy positiva. La recomendamos fervientemente.

3) Los oyentes que libremente deseen pasarse a escuchar la radio por internet se encontrarán con que en BBC3 o France Musique (excelentes emisoras) se habla bastante más que en Radio Clásica.

4) La convivencia de las músicas clásicas con otras músicas se ha hecho toda la vida: los espacios de jazz, de flamenco y de músicas de otras culturas siguen en Radio Clásica con un horario similar al anterior. Solamente se han incorporado a la programación diaria un ínfimo porcentaje de músicas de calidad "casi-clásicas" (bandas sonoras, musicales, jazz…).

En una encuesta que hemos realizado recientemente, los oyentes han manifestado su adhesión incondicional a esta "nada nueva" manera de programar.

paseante dijo...

Voy a decir algunas cosas sobre la serie de exactitudes de Fernando Palacios pero no me referiré a "La Noche Cromática" que escuché unos quince días y lo dejé porque no me interesan esa clase de programas y menos aún a las diez de la noche. Sin embargo recuerdo que, en los primeros días, el programa fue presentado coomo un compromiso personal del anterior director de Radio Clásica. No recuerdo quién era ese director pero lo que no hizo es convertir a Radio clásica en un compromiso personal con Fernando Palacios.

Resulta que hay una campaña insólita contra "nuestra emisora" (Fernando Palacios, director) y que hay una encuesta sobre mes y medio en la que salen oyentes con adhesión incondicional a la Nueva Programación (Fernando Palacios, programador). En realidad yo no debería hablar nada de estas cosas porque ya he aplicado mi propio ERE de Radio Nacional que me afecta a mí mismo y a nadie más. Mi ERE consiste en escoger algunos programas y esquivar la Nueva Programación (excepto un programa) hasta que Fernando Palacios se apodere de toda la parrila y tenga que buscarme otra cosa. Ya que a Fernando Palacios, ahora, se pirra por los porcentajes y los índices estadísticos, aclaro que he rebajado un sesenta por ciento el tiempo que dedicaba a Radio Clásica, antes era de la mañana a la noche y ahora es otra cosa. Por tanto, si no digo nada de "La Noche Cromática" porque no lo seguía también debería callarme si se trata de la Nueva Progamación ya que no la sigo desde hace una semana. Fernando Palacios está plasmando sus ideas musicales en Radio Clásica y ha liquidado el relativo desorden que era lo bueno de Radio Clásica. Radio 2 era una radio que no preocupaba a casi nadie y que te iba sorprendiendo cada año con programas que no se oían en ningún lado, Radio 2 era una radio desprogramada dedicada a la música clásica y alguna otra cosa que sólo se entendía como forma de dar ocupación a algunos funcionarios. Yo me sé las ideas de Fernando Palacios porque le he oído soltarlas durante años a lo largo de sus programas que consisten en un guión interminable cuyo tema es Fernando Palacios y lo que le viene en cada momento.

Hay una cosa cierta y una cosa falsa. Es cierto lo de la BBC3 y lo de France Musique, yo añado Espace 2 de la Radio Swiss Romande. Y eso era lo bueno de Radio 2, la parte cultural no se había comido a la musical; sin embargo en esas emisoras el nivel cultural es alto para lo que se lleva en España en asuntos culturales. En la Nueva Programación no hay nada que llegue al nivel de esas emisoras que responde al nivel cultural de sus países. Hay que agradecer a Fernando Palacios que nos dé una salida por Internet en francés o en inglés para la gente descarriada y así veamos fuera lo que tenemos dentro pero aquí Fernando Palacios se ha pasado un poco. En la Nueva Programación él puede hacer lo que quiera pero no puede programarnos a los que no la escuchamos. Cuando yo dejé "La Noche Cromática" hice lo que me dió la gana como lo he hecho ahora y cada cual hará lo que quiera y se acabó. Es un poco triste que un servicio público para que todos disfrutemos de la música clásica sólo sea para incondicionales de la Nueva Programación pero éso es lo que hay y cuando se trata de los misterios administrativos entre funcionarios, los seres humanos corrientes no somos quiénes para abrir la boca. Lo que digan Fernando Palacios y quién le ha nombrado director, programador y presentador de Radio Clásica -además de sus diversos cargos públicos- está por encima de nuestras capacidades. Véase un ejemplo: la palabra "nuestra" aplicada a "nuestra emisora" suena a "nuestro" mayestático (uno solo) o "nuestro" selectivo (unos pocos) y no a "nuestro" de todos. La ambigüedad en las palabras también afecta a los deícticos. Lo que yo digo es que "nuestra Radio 2" y "nuestra Nueva Programación" son distintos "nuestros" y además son excluyentes. Radio 2 ha desaparecido porque funcionaba a base de empujes sueltos, unas normas muy genéricas y una gran diversidad dentro de la música clásica; además se han jubilado quienes la hacían y, en el fondo, nunca le interesó a nadie. Fue un pequeño milagro nuestro que no fue de nadie. Así son estas cosas.

La falsedad que encuentro es lo de la tertulia inmensa. No es verdad que "se habla lo mismo", eso es como decir que están redifundiendo los viejos programas de Radio 2. Aquí Fernando Palacios saca su orgullo al ruedo y dice que se habla "de otra manera", más elaborada. Lo que hay ahora no es una tertulia ni la alta cultura de las emisoras extranjeras, lo que hay ahora es un inmenso guión ideado por Fernando Palacios. Su trabajo en la radio -entre sus numerosas ocupaciones- ha consistido en la obsesión por el "guión de radio", una cosa que hacía Fernando Palacios y por donde se filtraba la persona, en sus experiencias diarias, y las ideas musicales de Fernando Palacios. Ese guionismo se ha desfigurado en su programa diario porque ha pasado de una hora semanal más elaborada a cinco horas: dos horas y media solo y dos horas y media acompañado por sus "madrinas", como las llama; ahora se ha ido a la Fundación March pero ya no le sigo. Para él es una especie de reto personal saber si Fernando Palacios puede hacer el guión de sí mismo sobre la marcha en tiempo real y de momento no lo ha conseguido porque el programa le salía mejor cuando lo preparaba sin ser una cosa extraordinaria. Con respecto a su solo programa Fernando Palacios ha perdido mucho, ha empezado a repetir ideas y músicas y a decir unas tontadas que son el Fernando Palacios que hay por debajo del guión, es decir: que le falla la "elaboración" y tiene que repetirse contra sus propias creencias de nunca repetirse. Este problema también afecta a la Nueva Programación y se resuelve recurriendo al fernandoargentismo; los diferentes esquemas chico-chica que van sucediéndose funcionan sobre las formas que Fernando Argenta fue aplicando durante treinta años a sus "Clásicos Populares", sus secciones, sus tópicos, sus recursos, etc. porque es imposible hacer algo distinto en algo que ya está muy visto en la radio, es un hecho de simple periodismo y Fernando Argenta fue el primero y duró mucho tiempo y lo probó casi todo, además desarrolló una cierta soltura personal y un estilo que no nacen de la nada en un par de mañanas y son recursos necesarios para perdurar en la radio. Precisamente Radio 2 era muy diferente del programa de Fernando Argenta, el cual no aplicó, o no pudo aplicar, sus fórmulas en Radio 2. En cuanto al guionismo ha entrado en los dramáticos de Radio Clásica un tal Parra, un artista del re-guionismo, igual te guioniza para la radio una película que una novela y de paso te clava retazos de ciertas ideas muy vistas pero al gusto del neo-progresismo vigente, esto sí que es repetir lo que ya está más que repetido. Fernando Palacios escoge mejor las músicas de sí mismo que el tal Parra escoge la música de sus guiones sobre guiones, una chapuza porque la música sólo es un decorado de los guiones de Parra. Por aquello de comparar escuchemos los guiones mal trabados que ahora hace Fernando Palacios, los de su acólito Parra y los del programa, que ha vuelto, "De Musica Antiqua" hecho por Sergio Pagán desde hace unos años: ¿quién tiene más sabiduría y arte para hacer un programa de radio?. Sergio Pagán llevaba la selección musical de "Los colores de la noche" que desapareció a cambio de "La Noche Cromática".

En cuanto a las ideas musicales de Fernando Palacios no digo nada, sus músicas, sus amistades y sus pastiches musicales se van filtrando por los diversos programas. Lo que digo es que no es cierto que los ex-oyentes de Radio 2 fuésemos una especie de fieles estúpidos a los que gusta la "misa de espaldas y en latín" y que, ahora, la Nueva Programación sea una especie liturgia posconciliar donde el oficiante chico-chica hablan en una lengua comprensible y nos han traído unas "otras músicas" más marchosas que el aburrido órgano o concierto de siempre. Allá los pedagogos y músicólogos con sus estupideces, pero no son las nuestras. En una carta de protesta y despedida que estoy redactando propongo que Radio Clásica pase a llamarse Radio Conservatorio.

Fernando Palacios tiene un problema y es que le van a medir con referencia a la Audiencia que ha dejado Fernando Argenta y trata de crear la idea estadística de un público que entiende incondicionalmente su nueva forma de programar. Sin embargo se trata de un problema de poco alcance porque quien le ha nombrado sabe lo que hay con Fernando Palacios porque él lo ha ido diciendo durante años en su programa de sí mismo. En este asunto el público no pinta nada, se trata de ver hasta dónde puede llegar Fernando Palacios con sus ideas y experiencias pedagógicas rindiendo las veinticuatro horas del día. Aquí no se trata de vender colecciones de cedés o de llevar la programación de tal o cual festival que es lo que buscaba Fernando Argenta además de mantener un programa de música clásica para Radio 1 con una cierta guasa y sin darse tanta trompetería neopedagógica, no me gustaba pero tenía sentido en Radio 1. Aquí se trata de crear la figura político-cultural del super-orientador de la música en España, Fernando Palacios, el que nos va a enseñar lo que es la música o como la llaman ahora "experiencia sonora". La música de la Nueva Programación es una sonoridad picoteada por Fernando Palacios. La manía por lo "sonoro" y sus propiedades físico-informativo-descriptivo-musicológicas es la bandera de la Nueva Programación, ahora tenemos: "Verbo Sonoro", la infumable "Ars Sonora", "La Casa del Sonido" (ex-"Paisajes Sonoros"), las pildoritas "Sonido y oído" por Fernando Palacios y el pegote conceptual "Audiovisión" con pildoritas sonoras de Fernando Palacios, y esto sólo es el principio. En definitiva que la santa Audiencia y sus encuestas no es algo muy importante para el experimento cultural que ha puesto en marcha Fernando Palacios. Los que estaban habituados a "Clásicos Populares" no entenderán nada y los que preferíamos Radio Clásica nos dividiremos, tal vez haya mucha gente a la que le gusta Fernando Palacios, su sonido, sus ideas, sus cosas y su música con cualquier cosa, no lo sé ni me importa. Hay otros que no lo tragamos y nos iremos, con la música, a otra parte. Cada cual verá lo que hace.

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(1) El programa "Ars Sonora" es anterior a la Nueva Programación, ¿es un programa relacionado con la música clásica?, ¿tal vez es "otras músicas"?. En Radio France derivan esa clase de programas a France Culture, una emisora sólo cultural para hablar de Cultura, es decir, sin música. Los meten junto a la literatura como programas de creación radiofónica que se hacen a partir de un guión y una recomposición sonora basada en la tecnología aplicada del sonido grabado.

(2) Ahí va un enlace que he encontrado en Internet, es de un artículo de un tal Fernando Palacios, ¿les suena?. Su título es "Música con cualquier cosa", donde pone "cualquier cosa" póngase "música clásica". Es muy interesante para ver quién dirige Radio Clásica y quién puñetas lo ha puesto ahí.
http://www.uclm.es/profesorado/javiercalzada/materiales/
Fernando%20Palacios%20M%C3%BAsica%20con%20cualquier%20cosa.doc

(pongo el enlace a trozos porque en la visualización previa sale partido)

ANTONIO SEBASTIÁN dijo...

Mi querido paseante:
Comparto todas tus impresiones sobre el estado de RADIO CLÁSICA. En uno de mis correos, preguntaba si el señor PALACIOS tenía el proposito de rebautizar RADIO CLÁSICA, como RADIO OTRAS MÚSICAS, o bien, rebautizarla como RADIO MÚSICAS DIVERTIDAS.
Sigo prefieriendo aquella maravillosa RADIO2, que yo escuchaba permanentemente. Sé que las cosas tienen que evolucionar, cambiar, y todo eso.
Yo ya no puedo opinar, poco a poco estoy dejando de escuchar, RADIO CLÁSICA. Por cierto ¿seguirá llamándose así, verdad?.
Bueno, pues sigo.
Escucho RADIO CLÁSICA, porque suena cuando mi despertador entra en acción. A las siete de la mañana, desde el silencio, surgen los sonidos de RADIO CLÁSICA, para decirme que tengo que abandonar el maravilloso mundo de los sueños.
...... . ¿Y qué me encuentro?. Me encuentro, el horripilante mundo de las lecturas de las portadas de los periodicos. Lectura incluida en el programa "palaciego", titulado algo así como: "La vida es sueño", bueno, no me hagais mucho caso, pero si, creo que es algo así.
Por cierto PASEANTE, el programa de SERGIO PAGÁN, "LOS COLORES DE LA NOCHE", me gustaba mucho.
En esta vida y en este mundo suele pasar que de repente viene alguien que pretende hacer algo nuevo, algo que es una novedad, algo tremendamente original, y luego va suelta cosas como:" el agua moja". En fin que suelta algo como eso, algo que todos sabemos, de toda la vida.
En fin, algo así como la "gran originalidad" que nos ha proporcionado el señor PALACIOS.
Yo no voy a entrar en opinar sobre la calidad de los programas del señor PALACIOS, pero desde luego, sus programas no me incitan a encender la radio. Lo que hago es tirar del CD.
BUENO, lo que me queda es esperar tiempos mejores para RADIO CLÁSICA, y si es posible, que RADIO2, vuelva a la vida.

Anónimo dijo...

Je, je, je, paseante, dales duro.

Pocho...¿y tú?

paseante dijo...

Yo no doy duro a nadie. Esto no es una película de acción. Yo soy un simple particular cuyo error ha sido escuchar Radio 2 durante años y ahora me veo fuera de las estadísticas incondicionales de "nuestra radio". Digamos que me he hecho viejo y ya es hora de retirarme y dejar paso a los nuevos programadores y la nueva pedagogía. Espero tener para la semana que viene una respuesta que trata de los asuntos que aparecen en el comentario anterior al de la dureza que yo daría si fuese más joven. Esos asuntos son: esperar y evolucionar. Cuando lo termine lo enviaré y saldrá si el moderador lo admite. También habrá "dureza" pero como si no la hubiera porque no servirá de nada.

Los tipos duros son gente con pelo en el pecho, tatuajes en el cuello, una chica bajo el brazo y una moto entre las piernas, y no creo que les interese la música clásica aunque tal vez les atraiga lo chachi que es la Nueva Progamación. Yo no lo sé y no hay que descartar que la audiencia de Radio Clásica aumente en un 3,4 %, lo que serían unos pocos oyentes pero una burrada en las estadísticas esas y haría de Fernando Palacios el eterno director, programador y locutor, además de cien mil cosas más. Tal vez sea eso lo que se lleve y cosas más raras vemos cada día.

Lo que yo digo es que me han dado duro a mí y a otras personas a las que yo no conozco, no sé si son muchas o pocas pero, dicen, no somos suficientes para dar nada, ni siquiera audiencia. Debemos aceptar la evolución con resignación. El caso es que hora tengo que andar quitando y poniendo la radio que oigo desde jovencito. ¿Qué habíamos hecho para merecer la Nueva Programación?. No tengo ni la menor idea. Al menos me lamento de lo que he perdido y lo concreto lo mejor que puedo pero soy consciente de que Fernado Palacios (y los otros jefazos que le han puesto de jefe de la Nueva Progrmación después de escuchar sus ideas por la radio igual que las oía yo) se ríe bien tranquilo de mi supuesta dureza. Y tiene años pro delante para reírse hasta el fondo, esos años me los han quitado a mí. Y trato de explicar qué me han quitado y qué nueva juventud me dan a cambio.

ANTONIO SEBASTIÁN dijo...

Estimado paseante:
Sigo compartiendo el contenido de tu comentario.
Yo he dejado de escuchar RADIO CLÁSICA.
Echo de menos RADIO 2.
Pero la MÚSICA sigue existiendo pese al señor don FERNANDO PALACIOS, y eso permanece, a pesar de su pedagogía.
He escrito al señor PALACIOS mis quejas, y las he escrito aquí, y en mi blog particular.
Seguiré quejándome.
Yo siempre me he sentido minoría, incluso minoría en la minoría. Así que ya lo tengo más que asumido.
Pues sigo, como se acabó RADIO 2, como a mi me gusta, pues tiro de CD. Y es que a fin de cuentas, la MÚSICA no va a dejar de hacerme feliz.
Que duda cabe que todo este asunto no me hace saltar de alegría. Pero coloco un CD en el lector y nada importa.
Unas veces "EL NIÑO JUDIO", otras veces MESSIAEN, otras veces BACH, otras ..... . Bueno, depende del momento.
Si, decididamente, creo que eso es lo determinante para mi. Los sonidos.
Por otra parte, sé que TORRES MÁS ALTAS han caido. Y que no hay mal que cien años dure, ni cuerpo que lo resista.
Y aunque también se dice que: "Otro vendrá que bueno me hará", pero creo que ya lo peor es que desaparezca RADIO CLÁSICA, y francamente, me pregunto si eso es peor que tener que escuchar los programas de PALACIOS. Tanta pedagogía me resulta indigerible. Porque yo QUIERO MÚSICA, NO PEDAGOGÍA. Sinceramente esos programas tan divertidos del señor PALACIOS me revuelven la BILIS de todos mis HIGADOS, pero la MÚSICA, al igual que CALAF, vencerá

paseante dijo...

Con indebido retraso respondo a medias a un participante en el blog acerca de la evolución de Radio Clásica y lo que esperamos escuchar.

Yo también espero tiempos mejores y ahora con la crisis la esperanza sólo sirve si mejora lo que hay y no nos encalla, también es una crisis de la esperanza que tuvieron muchos en su futuro y en que podrían pagarlo en cómodos plazos, parece que no habrá dinero para cumplir con éllos y también será difícil ganar el dinero que haya. Voy a dejar aparte el fatalismo. Para ir empezando diré algunas cosas sobre lo que yo espero de Radio Clásica y "otras radios". Ya sé que me salgo del tema de este blog y me pongo a especular con mis esperanzas pero son casi treinta años de escuchar Radio 2 y algo valen mis especulaciones que algún día, espero, alguien tendrá en cuenta. Alguna cosa diré de las líneas y entrelíneas de la mente que dirige ahora Radio Clásica pero lo más lo dejo para mi carta de protesta a RNE. En el blog:

http://blogs.periodistadigital.com/arte.php/2008/10/19/la-agonia-de-radio-clasica-por-j-c-deus

se pueden leer unas críticas más precisas que las mías, con estadísticas y argumentos más hechos. No sé yo si a los funcionarios les importan mucho pero son importantes y es evidente que proceden de un oyente de los que éramos habituales de Radio Clásica, los que ya no contamos en las estadísticas esas incondicionales que maneja Fernando Palacios. Además, como jefe de Radio Clásica, dispone de un Gabinete de Prensa con la misión de proteger la imagen del jefe y ahora pueden contar los contactos por correo electrónico como muestreo de audiencia y sumarlos a sus números a favor del jefe. En otros blogs he encontrado la sugerencia de que ha habido un asalto desde Radio 3 a Radio Clásica pero yo de estas cosas no me atrevo a hablar sin más. Me he dado cuenta de que el funcionariado es como una muralla invisible que si estás dentro no ves lo que pasa fuera y si estás fuera no ves lo que pasa dentro y si estás fuera e intentas hablar de lo de dentro nadie entiende nada. No sé porqué hacen lo que hacen. De todos modos, me pongo en lo peor y me pregunto, ¿cuánto tiempo tardarán en darle el Premio Ondas de la Cadena SER a Fernando Palacios?, ¿dos años?, ¿cuatros años?, ¿cuatro meses? y casi puedo leer el fallo: "atraído un público joven" bla bla "más allá de los tradicionales" bla bla "ideas renovadoras" bla bla "difusión de la música" bla bla. En tal caso, adiós a mis esperanzas, la evolución que me temo habrá llegado a su fin.

Yo soy un partidario inquebrantable de la difusión de la música clásica en la radio pública. Creo que Radio 2 ha sido una bendición y estoy muy contento del resultado a pesar de que siempre podría pedantear un rato sobre tal o cual cosa de la programación pero es que he pasado muchas horas oyéndola y escuchándola. En esto de la música hay muchas manías pero también debe haber mucho cuidado excepto con el pop al que yo no respeto nada porque es injusto, el pop tiene un inmenso alcance debido un extraño pacto artístico-técnico-satánico como música de presentación predilecta de la imparable tecnología del sonido y a intereses comerciales, sociales y políticos y entre una cosa y otra el pop está muy sobrevalorado pero siempre es posible sobrevaloralo más, nunca hay crisis ni agujeros de dinero en el pop. No nos merecemos tragar tanto pop para sacar, de vez en cuando, una canción medio buena y si nos pudiéramos desconectar del odioso pop un par de años ya veríamos que no lo echábamos de menos excepto a la hora de comprar en el supermercado, allí siempre está resonando un Sabina, un Bosé, un Springsteen, una Morrisette o cualquiera de los ídolos superventas del hilo musical que son miles. No me imagino escogiendo ofertas entre latas de tomates y cepillos de dientes sin escuchar los enésimos sonitópicos del pop. Entre la ilimitada sonería pop y la más arañante cacofonía electroacústica me quedo con la segunda porque tal vez encuentre algo si le dedico tiempo; en el pop no hay nada que rascar pero estamos obligados a tragar pop queramos o no por diversos intereses que no son musicales. El hechizo del pop es que parece ser una música de la evolución permanente y por eso debemos apartarnos los demás cuando el pop aparece, ahí tenemos a Jaeger cantando con sesenta años un megamix resampleado de lo que cantaba a los veinte años, pura evolución. En cuanto al aspecto tecnológico, que ahora es el juez supremo de lo musical, el pop es lo más evolucionante que hay gracias al mecanismo financiero que lo produce, y ya que estamos con las manías, ¿qué son los del pop sino unos mayoritarios maniáticos además de otras palabras desgradables que me callo?, ¿cuál es su manía: la música o transportar el sonido de la mayoría a tope de decibelios?. Yo soy de los que luchan a días con alguna bestia parda criada en el pop que me reclama quitar esa música de viejos, por supuesto no la quito. Yo, como casi todos los maniáticos musicales, tengo mis tres o cuatro músicos,mi media docena de piezas musicales y algún intérprete que llevo en el corazón y de ahí no hay quien me saque pero eso no quita para que me interese y disfrute con la buena música que siempre ha habido en Radio 2. Ni siquiera Fernando Palacios puede terminar con esta afición mía.

La programación de Radio 2, tal como yo la he ido escuchando, se divide en cuatro grupos:
A - programas históricos o temáticos que tratan algún aspecto de la música en detalle y de forma organizada
B - conciertos
C - programas de colaboración
D - dramáticos

El juego entre esta clase de programas es lo que hacía lo bueno que hubo en Radio 2. No está claro si alguien lo programaba pero al menos lo respetaban. Es cierto que hay otras clases que dejo fuera. No hay un grupo pedagógico, ahora hay un "Museo de instrumentos" que vale como pedagógico y ha habido otros, aquel "En clave de Sol" de hace años estaba muy bien pero sabiendo que Fernando Palacios es, entre tantas cosas, pedagogo, casi prefiero prescindir de los programas pedagógicos. Otro grupo que falta es el de los programas de placer, eso era "Los colores de la noche" y no sólo por la adecuada selección musical sino por la presentación, la voz del locutor era perfecta, estaba bien limitada y esa voz era imprescindible en el programa. Este grupo es imposible porque la calidad de la voz hablada ya no es el criterio para ser locutor de Radio Clásica, ahora son musicólogos, y no queda una voz capaz de hacer este tipo de programas. La voz femenina que presenta de "El mundo de la fonografía" y otros programas era otra de estas voces. En general las buenas voces se han ido a la radio comercial y se desperdician con anuncios de colonias y coches. Otro grupo que no pongo es un grupo específico de la radio pública y lo hay en España y en el extranjero, es el grupo de los programas que deberían haber terminado, es una categoría latente. Por ejemplo el que hubo sobre la opereta vienesa, un programa del grupo A, lo pongo porque ya no lo emiten y el caso es que a partir de cierto punto se alargaba inexplicablemente. Esta clase de los que no terminan a veces se convierten en una mera salida de la discografía que les llega (como en las emisoras del pop) y otras veces hacen cosas rarísimas para estirar el asunto. Lo que digo no implica que los programas deban terminar por ley, hay algunos que han durado mucho y por mí podrían durar el doble, aquí no hay reglas claras pero hay una extraña regularidad. Lo malo de esta categoría es se trata del chollo que buscan los funcionarios para hibernar durante años y por eso es tan importante pero anula el mérito de los pocos programas que duran por sí mismos. Lo bueno de la programación de Verano, aparte de las agradables sorpresas, cada vez más raras, es que los programas terminan y así debería ser en general. Como oyente lo que quiero es calidad que dure y variedad que agrade y el material de la música clásica permite que haya ambas cosas. Hay programas que no dan para más de tres meses, o seis, y es mejor dejarlo a tiempo pero en la radio pública no es fácil. Otro grupo ausente es el de la crítica discográfica, a veces sería bueno que comentasen lo que sale al mercado porque uno compra algo que suena mucho y luego, al oírlo en casa, es una birria; pero este grupo es mejor olvidarlo porque si metemos los líos de la radio comercial y empezamos con las promociones y los intereses es peor. En cuanto a magacines y programas de actualidad, entrevistas y reportajes yo no quiero saber nada, les tengo alergia; nunca han sido importantes y con la hora que había los Domingos a mediodía era suficiente. Esa hora tan escondida muestra el poco interés que había en esos programas.

Las características de esta programación que he sacado de mi memoria son dos: es parcial y conservadora. Es parcial porque se me ha ocurrido a mí y yo no tengo estadísticas ni datos objetivos ni nada y es conservadora porque está referida a algo que ha habido y ha funcionado bien y es lo que trato de explicar. Ya sé que las categorías se pueden mezclar y lo que se quiera pero lo ordeno así para decir que Radio 2 no fue un fantasía que nos inventamos. También podría ponerme a señalar defectos y estupideces que también había pero el conjunto merecía la pena y lo recuerdo con agrado. Por tanto, esto es lo que yo espero. A partir de ahora me pongo con la evolución de Radio Clásica pero antes diré que no se puede confundir la música con la radio o con los cedés o cosas por el estilo, el que se meta por ahí termina en manos de los electroacústicos y sus ingenieros de sonido que nos van a volver locos a todos. Hay gente a la que respeto, y a veces casi me convencen, a los que no les interesa la radio, la consideran un medio para empezar en la música clásica y después cada cual debe profundizar en lo que más le gusta, esta gente prefiere los conciertos y la participación en actividades musicales y nada más. Esa gente lo soluciona por la vía práctica pero a veces no tengo claro qué están solucionando. La cuestión es que nosotros no vivimos en una tribu africana ni en un pueblo perdido en la montaña bajo dos metros de nieve, la música no es algo transmitido en lo que todos participamos como intérpretes. Vivimos en un mundo donde la música llega de todas partes y de forma mecanizada y de ahí las innumerables manías que tampoco son la música. Por otro lado, las conversaciones sobre gustos musicales suelen ser torpes y faltas de gracia y, para demostrarlo, podría mencionar, dando detalles, un par de programas que hay ahora en Radio Clásica. Yo trato de hablar de la radio musical que me interesa y no de la música y lo hago porque es una radio pública que se nos está yendo. Vamos a verlo.

En la parte evolutiva emplearé la misma aleación de elementos: memoria y especulaciones.

El programa de Fernando Palacios era de colaboración, del grupo C. Estos programas sirven para que algún particular con preparación nos muestre su percepción de la música y son los que menos duran y es normal porque es difícil que alguien se pase años hablando de asuntos que son interesantes pero limitados. Suele haberlos en Verano y no están mal, a veces son un sinsentido pero siempre terminan aunque hay alguna excepción de gente que se ha jubilado haciendo colaboraciones, una cosa absurda. El programa de Fernando Palacios era mediocre, él tenía que hacer toda clase de contorsiones guionísticas para seguir contándonos sus andanzas, correrías, conferencias, teorías del silbido, filosofía del tapeo, viajes y lecturas de periódicos, de tochos musicológicos, de todo un poco. Yo me aburría escuchándole, en especial ese tópico metafórico que tanto gusta a los periodistas y sus derivados: "el programa de radio es como un menú que preparamos cada día al gusto del oyente". A Fernando Palacios le encantaba esta banalidad audio-digestiva tan corriente entre los periodistas que viven y comen de lo que dicen; en uno de sus nuevos programas nos preparan el té a la trinidad (Fernando Palacios, el chico-chica, el oyente). Para mí un programa de radio no es la analogía de un menú, yo no escuchaba Radio 2 para consumir música, el arte musical no es una gastronomía ni una audionomía. En mi opinión, el único plato que preparaba Fernando Palacios era el puré de Fernando Palacios y su programa me parecía un puré sonoro. Más adelante expondré la estructura evolutiva de la Nueva Programación en tres grupos para que se vea el organigrama del puré porque lo característico del fernandopalacismo es la confusión entre lo tématico, lo histórico, lo dramático y lo que se le ocurra que terminan siendo un amasijo de anécdotas sobre el que se monta el desarrollo evolutivo de sus ideas, sus guiones y su puré; dicho de otro modo: Fernando Palacios es incapaz de mostrarnos la música sin confundirla con otra cosa. Sin embargo, en su Nueva Programación, casi ha eliminado los programas de colaboración.

[Aquí termina la parte de la esperanza, dejo la evolución para otra semana porque esto se alarga más de la cuenta]

Anónimo dijo...

Paseante, no sea columpiante. Me debe usted una mención por lo que en teatro se llama dar pie. Tocar la tuba es lo que tiene. Uno acompaña el pasodoble, mete la escalita cuando el que solea en el blues (o en el 32) tiene a bien dejar un hueco, rezando para que esa noche haya venido un buen batería.Incluso lanza un motivo, si la musa de esa noche se muestra esperanzante.

La reclamo, si a usted no le incomoda.

Y sí, dales duro.

Oía radio2 hace muchos años, cuando otros servidores de la Idea también decidieron darnos un poco de Futuro, y enviaron a (¡ayyyyyy!) Olga Barrio a la tele, a presentar Telediarios y al Téllez a presentar conciertos y alimentar poco a poco una hermosa úlcera, siempre sospeché.

Luego, claro, uno va haciéndose mayor, acceden otros que ni siquiera tienen conocimiento de la Idea y (junto a radio3 -como siempre-) dejan las cosas a su aire y todo parece florecer. Como cuando entre dos baldosas de uno de los Templos de Halagación de Voluntades se resquebraja una juntita y puede ascender una humilde grama.

Pero no. La Idea es eso, Idea. No puede tolerar a quien no comprende en sus sucesivas reproducciones. Es preciso más Dinero, más Futuro, más Factor Común. ¡Ah, por cierto! ¿puede usted informarme, ya que le veo ducho en temas de actualidad, de si los Psicólogos son ya considerados como Profesión Médica?

En fin. Que les dé duro. Ya sé, mejor que usted, y disculpe, que de nada serviría. Pero una de esas buenas canciones decía que aunque todo esté perdido, siempre queda molestar. De todos modos les caigo mal y me querrán joder, al menos me peeré en su salón. ¡Qué leches, si ya no matan a nadie! Ni atizan, que era más jodido, creo.

¿Se llamaba da capo aquella revista? No recuerdo. El caso es que esta manera de Halagar de estos Sacerdotitos les conviene a esos Escribas que están sentados por estar sentados, precisamente. Cuanto menos nivel, menos tenemos que esforzarnos en aparentar que sabemos. Un barnicito de Créditos intercambiables psicologizados y unas Voluntades y Opiniones bien Halagadas por la Sagrada Eucaristía y no hará falta ya ni siquiera demasiado esfuerzo. Pues eso, como usted dice, ya que la música no es algo transmitido, ya que esos Escribas así la Gestionan y la han Gestionado (te rogamos, óyenos), ¿para qué siquiera intentarlo? Nada, nada. Que los chicos sepan quién era el torpe de Mozart, cuántas ladillas pilló Schubert... Hacen el Examen en la escuela y fuera. O pasan el Curso de Nohacernadatorio...

Claro. En música lo revolucionario es hacerla. ¡¡¡Precaverse es necesario!!! Pongamos de Escriba en Jefe a ese "inútil" que se atrevió en su programita que tuvo en TV (aún recuerdo y sé el nombre del solista de trombón que, entre bostezo y somnolencia, tocó una cosita)a despellejar a unos músicos que se ganaban la vida con un contrabajo de palangana, un tecladófono y unas trompetas de juguete, todo porque él era el gran y original creativo en exclusiva. Todo ello para deleitarnos acto seguido con dos chiflos y un soplidito a una trompeta, todo con los ojos cerrados y un aura que, ya,ya. Esos músicos sólo hacían algo que no necesitaba tanta Psicología. Simple música de ayer, hoy y siempre. No de Mañana. Que es la Muerte.

Sí, radio2...

...No es nada el mundo hasta que el mundo acabe, y acaso acierte el que con tino yerra. No pongo comillas, cada cual se las ventile.

Gracias Pocho. Un saludo.

paseante dijo...

Le hago la mención con mucho gusto y, si se tercia, le mencionaré más en la parte evolutiva. Y creo que esta vez se la ha ganado más que antes. Ya no me da el pie, casi me da la mano. Y si le contase un pequeño secreto, vería que usted merece más que yo la mención y el título si lo hay. Es una desgracia mencionar ciertas cosas y que me tenga que mencionar de vez en cuando. No me hace mucha ilusión. En asuntos de música yo no soy digno de mencionarle, Jesús. Usted lo ha querido.

Respecto a lo de la Psicología veo que, como dice, no sigue usted la actualidad, es decir que no se pone enfermo. Casi no me lo creo pero hago un esfuerzo de imaginación para explicarle cómo va la cosa. En estos últimos años de su vida ya no hay más Medicina que la Psicología. Uno entra arrastrando el cuerpo y alguien te da un papel para que te metas un medicamento o te operes o esperes otro papel parecido. Si va bien -hay una probabilidad estadística de que vaya bien si tu dolor se consta en el manual de los dolores registrados- te vas contento a casa a seguir con tu vida tirando del cuerpo. Yo no sé si con estas cosas se cura alguien pero salen tan felices y como nuevos. Si eso no es Psicología pues usted sabrá lo que es. Por si no lo sabe le digo que si usted es mayor de setenta años sepa que ya le han dado por muerto a efectos contables, la Psicología se quita la careta médica y ya no hay otra ciencia. Es simple Psicología infantil. Yo no soy psicólogo pero sé reconocer a un psicólogo aunque parezca urólogo, traumatólogo, cardiólogo, presentador del telediario, pedagogo musical o fontanero disfrazado. Después de muchos años de seguir la actualidad de la Psicología en mis carnes he decidido ponerme sano por mi cuenta, todavía no he conseguido gran cosa pero quién sabe. Después de su atenta reclamación parece que mejoro.

Anónimo dijo...

Estimado paseante, permítame estrechar su mano y testimoniarle mis mñas sinceros sentimientos de aprecio.

Anónimo dijo...

¿Hay alguien ahí?

paseante dijo...

Por aquí estamos. No sé lo que pasa en general con "alguien" y con "ahí". Por mi parte de alguien lo que hay es que me queda pendiente una entrega sobre la evolución de Radio Clásica y hace tiempo que debería estar aquí. De otro alguien no sé nada. De lo mío habrá que dar un rodeo porque se alarga demasiado. No es un asunto importante y ahora que -gracias a la evolución esa- me he convertido en viejo para la radio ya no tengo prisa por vivir ni por nada que se le parezca. Lo que he hecho es un blog y allí pondré lo que sea sobre el asunto de aquí a unos días de esos que no cuentan, días para jubilados y otros exoyentes. Lo primero que aprendemos los jubilados es que las cosas siguen adelante sin nosotros. Es un blog que está jubilado antes de aparecer y contendrá solamente cuatro registros: Introducción, evolución, notas y guión. El nombre de la URL tiene unos guiones porque ya estaba cogida la expresión continua. No es por fastidiar.

http://www.una-cosaes-unacosa.blogspot.com/