lunes, 30 de abril de 2007

Juan Manuel de Prada y la música

En un artículo titulado "El valor del arte" (Xl Semanal, nº 1018), Juan Manuel de Prada comienza relatando un experimento impulsado por el Washington Post que consistió en que el reputado violinista americano Joshua Bell hizo las veces de un músico callejero en el metro de Washington para observar las reacciones de los transeúntes. Frente a los pronósticos de los promotores de la idea, Bell obtuvo una modesta cantidad de dinero, nadie hizo corrillo para admirar su arte y tan sólo una persona se dignó saludarlo después de haberlo reconocido.

De Prada termina su artículo planteando la hipótesis inversa: si un violinista callejero no especialmente dotado hubiera suplantado a Joshua Bell en una de las mejores salas de concierto del mundo, "el público habría aplaudido a rabiar, arrobado ante la pericia del virtuoso. Y así se habría demostrado más descarnadamente que el arte es el reino de la engañifa, donde los mercaderes pasean orgullosos al rey desnudo". Como melómano y como músico, me siento ofendido. Primero, porque creo que si se hace una acusación tan grave (ponernos a los melómanos de ignorantes para arriba) se debería partir de hechos consumados y no de una hipótesis suya. Y segundo, porque si de Prada fuera un verdadero melómano, sabría que es relativamente fácil distinguir a un buen violinista de uno malo. ¿Por qué no ha trasladado esa hipótesis a la literatura? ¿Por qué no ha dicho que si un negro del montón escribiera la próxima novela de García Márquez todo el mundo la aplaudiría como una obra maestra? ¿Acaso cree que en la literatura reina la verdad y en las artes plásticas y en la música domina el engaño?

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Me temo que yo también creo que en esto del arte hay mucho "traje del emperador". Mucha tontería y mucho snobismos.

De todas formas lo que yo pensé al oír esa noticia es que, en realidad, la inmensa mayoría de la gente somos incapaces de identificar el virtuosismo musical. Nos gusta o no nos gusta pero esos niveles de refinamiento son para escasos entendidos.

Besos

José del Rincón dijo...

Sí, para escasos entendidos en comparación con la población total, pero créeme que esos escasos entendidos son parte considerable de las 1200 personas que pueden llenar, por ejemplo, el Auditorio de Madrid. Cuando yo tenía abono en el citado Auditorio, mis compañeros de butaca y yo distinguíamos claramente entre si tal o cual pianista del ciclo de Scherzo (que son lo mejor de lo mejor) les gustaba más o menos, como para no distinguir uno de éstos de un músico callejero "y no de los más dotados".
Prada no tiene ni zorra de música y ha aprovechado la noticia del experimento con Bell para formular una de esas apreciaciones apocalípticas a las que se ha acostumbrado desde que se ha vuelto tan de derechas, eso es todo ¡Con lo majo que era hace años!

José del Rincón dijo...

Corrección de un error en mi anterior comentario: quise decir que "mis compañeros de butaca y yo distinguíamos claramente entre si tal o cual pianista del ciclo de Scherzo (que son lo mejor de lo mejor) nos gustaba más o menos". Evidentemente, quise decir "nos", pero salió "les". Disculpen mis escasos lectores este despiste.

Anónimo dijo...

ésta es una observación aguda sobre Prada. Recuerdo también hace tiempo un artículo de Muñoz Molina en El Pais Semanal, comentando- más o menos- que ya no hay música como la de antes (Debussy, etc.), algo así como que el estado de la música actual estaba muerto. Lamento no poder aportar el artículo - tradutore/traditore, que dicen en Italia con esa u otra ortografía-, pero lo que sin ningún genero de dudas concluía es que hacía tabla rasa de la actual música "culta", lo cual refleja en cierto modo su desinterés, su deconocimiento, su cerrado sentido de la sensibilidad musical y su arrogancia. Eso sí, le mola la ópera ¿será por los libretos en alemán?

José del Rincón dijo...

No creo que Muñoz Molina tenga un escaso sentido de la sensibilidad musical: más bien todo lo contrario, y buena prueba de ello es la columna que escribe cada mes en la revista especilizada Scherzo. También me extraña que digas que hade tábula rasa de la creación contemporánea, pues uno de estos artículos estaba dedicado al compositor Eliott Carter. En cuestión de música, una cosa es De Prada y otra, bien distinta, Muñoz Molina.

El Maestro Gramático dijo...

Perdona, Pocho, de Prada no ha sido majo nunca.

José del Rincón dijo...

Veo con agrado, Maestro Gramático, que te vas metiendo en la blogosfera. Sólo te falta darle algún contenido a esa bitácora que has creado para poder dejarnos comentarios a los demás en las nuestras.

Un abrazo, compay.

Anónimo dijo...

Es verdad no sé como puede molarle la ópera