lunes, 30 de abril de 2007

Azúa y Sánchez-Verdú

Hace más de un año tuvo lugar una polémica en las páginas de El País, en la que el escritor Félix de Azúa lidió con varios compositores españoles residentes en Alemania a propósito de Arnold Schoenberg y de la validez del concepto de vanguardia en el mundo actual. Uno de estos compositores era José María Sánchez-Verdú, "cuya tarjeta de presentación (profesor de Composición de la Robert-Schumann-Hochschule de Düsseldorf. Berlín. República Federal de Alemania) podría parecer la de una marquesa de Serafín a quien no conozca estas escuelas de la Alemania profunda)" (Azúa, "Triste atraso de los avanzados", El País, 09/12/2005).

El sábado pasado, El País (el mismo periódico que consintió que Azúa repondiera a una carta al director de Verdú con toda una Tribuna Libre) dedica la portada y las dos páginas siguientes de su suplemento cultural Babelia al estreno en el Teatro Real de la última ópera de Verdú; el domingo, El País Semanal dedica un reportaje a este mismo evento.

Seguro que a Félix de Azúa se le hacen los ojos chiribitas al ver cómo ese compositor cuya importancia desconocía (a las pruebas me remito) va a estrenar en el Real una ópera basada en una novela de Juan Goytisolo, envuelta además por un despliegue mediático desconocido en la música contemporánea española.

Félix, confiésalo: ¿A que se te haría el culo pepsicola por estar en el lugar de Goytisolo?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

b
El artículo "Atraso de los avanzados" era una vergonzosa ostentación de ignorancia y de demagogia. Tu respuesta es acertadísima. Enhorabuena!

José del Rincón dijo...

No exageres. Mi respuesta no es una respuesta detallada a ese artículo en su totalidad, sino sólo a la parte en la que Azúa presenta injustamente a Sánchez Verdú como un oscuro profesor de música en una escuela alemana.
Por lo demás, los dos artículos de Azúa (a los que he dado muchas, muchas vueltas)probablemente estén tan bien argumentados y escritos como otros suyos: lo único es que se ha alineado en el bando contrario al nuestro, que es el del tito Arnold y el de los jóvenes compositores españoles. Y eso escuece, pero nada más.
Cuando Azúa escribe algo que está en la misma cuerda de uno (no mucho antes de aquello escribió uno en contra del nacionalismo catalán -y no recuerdo el título-) sus artículos pueden parecernos memorables.

ANTONIO SEBASTIÁN dijo...

El que un escritor redacte un artículo, o muchos artículos brillantes, no significa que no pueda escribir un artículo mediocre, mal o pésimo.
El mismo BEETHOVEN, compusó música de circunstancias, muy alejadas de la calidad del la GRAN FUGA o de las sinfonías 5ª ó 9ª.
Un hombre brillante no está libre de escribir o decir estupideces o tonterías. No olvidemos, que no hace mucho tiempo, un premio NOBEL, uno de los descubridores del ADN, hizo unos comentarios, en relación a la inferioridad de la raza negra. ¿Más ejemplos? Pues los hará a montones. Solo hace falta tirar de hemerotecas.
No se le quita el mérito al señor AZÚA por sus brillantes méritos de articulistas. NADIE sabe de todo, y todos, incluido el señor AZÚA podemos decir o escribir muchas estupideces.