lunes, 20 de agosto de 2007

Velocidad máxima



Por motivos que no vienen al caso, he conducido en los últimos días mucho más de lo que suelo. Y he constatado lo mucho que le gusta a la mayoría de los conductores circular a una velocidad que supera a la máxima obligatoria. He estado transitando a cien kilómetros por hora en carreteras nacionales en las que las señales indican que no se debe circular a más de cien y a noventa en carreteras comarcales en las que no se deben sobrepasar los noventa, y salvo una honrosa excepción, todos los coches me adelantaban en un pispás y yo los perdía de vista en menos que canta un gallo. También he podido comprobar como la mayoría de los amigos y conocidos con los que he viajado últimamente en coche hablan sin mayor reparo por sus teléfonos móviles. Y algunos de ellos siguen bebiendo antes de conducir.


Hace no mucho, un periódico de tirada nacional publicó una carta en la que un lector pedía que se elevara la velocidad máxima permitida en España por el simple hecho de que la mayoría de los conductores incumplían esta norma. Ni que decir tiene que estoy en absoluto desacuerdo con este buen señor. Todo lo contrario: no sólo debería haber campañas educativas al respecto, sino medidas punitivas más firmes y exhaustivas. ¿No será más bien que el incumplimiento sistemático de unas normas -lejos de obligar a su supresión- es una de las razones del alto índice de accidentes de tráfico en nuestro país?

5 comentarios:

LA CASA ENCENDIDA dijo...

A mí me ocurre lo mismo, me qudo patidifusa con el personal.Nadie respeta las normas de tráfico y luego nos lamentamos de tanto fallecimiento. ¡Es icreible la poca responsabilidad!
Saludos.

José del Rincón dijo...

Yo no me considero una persona especialmente responsable (quién sabe si soy más miedoso que otra cosa), pero te doy la razón.

Gracias por tu comentario y un saludo.

Anónimo dijo...

Bueno, ahora mismo me estoy sacando el carné de conducir y me estoy dando cuenta de que todos nos quejamos de lo mal que conducen los demás y en realidad, ni nosotros mismos tenemos idea de cómo conducir.

El problema es que cambian las normas cada dos por tres y la gente no se recicla. Al final, no sabes si es más peligroso seguir el código o no seguirlo.

En fin... cosas de la vida.

Un saludo

José del Rincón dijo...

Estoy de acuerdo contigo.
Yo no conduzco bien: soy prudente, pero nada diestro.
Y es cierto que cambian las normas. ¿Quién tiene preferencia ahora en un cruce sin señalizar? Yo ya no lo sé.
Un saludo.

Rapupo dijo...

Personalmente estoy en contra de los límites de velocidad actuales, y los radares tienen una función recaudatoria (todos sabemos donde están, ¿no?. Siguen existiendo los puntos negros por falta de inversión y deseo de solucionar los problemas.
Falta más educación vial, puesto que la velocidad hay que aplicarla en función del estado de la carretera, si llueve etc......